Los sinsabores de visitar Anafe
Anafe, Bib Gourmand de Michelin, es uno de los restaurantes más trendies de la Ciudad. En este artículo no podemos dilucidar el por qué.
Virrey Avilés 3216, C1426 Cdad. Autónoma de Buenos Aires
Segunda visita sin suerte a este lugar desde que abrió y que fuera premiado el año pasado con un Bib Gourmand de la @michelinguide. Salón bastante lleno y pedimos pâté con financier que más bien es un amuse-bouche (fuimos advertidos por la camarera), tartare de bife de chorizo que viene con alioli de porotos fermentados, cebolla frita, alcaparras, almendras y reggianito estacionado, pollo frito (plato del día) y un arroz seco al horno con morcilla y alioli.
No cobran el agua filtrada, lo cual es algo a favor, pero sí cobran servicio de mesa (1750 pesos y no incluye pan) con lo cual sí cobran el agua. El pâté con financier, muy rico el paté, un poco dulce y pesado para mi gusto el financier.
El tartare para mi gusto en una versión bastante abigarrada a la cual le faltaba untuosidad por todos lados y en mi opinión, ácidos. El queso no le agrega nada y lo vuelve más granuloso. En el video se observa como se va desarmando de a pedazos, no como debería hacerlo un tartare condimentado correctamente.
Definitivamente bien el pollo frito que viene con una lactonesa. Crocante pero al mismo tiempo no pasado de cocción.
Muy flojo el arroz con el eterno problema de la sal consecuencia de la reducción del caldo, materia en que fallan casi todos los arroces locales. No tenía el defecto tan querido del socarrat lo cual es lógico porque estaba hecho a la chapa y es difícil de lograr. Una sobresaturación de lípidos entre los puntos de alioli (por tercera vez en cuatro platos) y a eso hay que agregarle la morcilla al horno lo cual sumaba más salazón y grasa. Se dejó sin terminar (fue lo único).
Precio medio alto ($83000 con propina) sobre todo para las sillas incómodas clásicas de las cocinas hogareñas de los años ochenta. Un servicio demasiado mecánico y automatizado, un poco frío y un poco carente de sonrisas, contacto visual y cordialidad. Del lado positivo tienen mantelería en todas las mesas, buenas servilletas y linda vajilla y cristalería.